La práctica de yoga durante el embarazo puede parecer algo peligroso o perjudicial para la salud de nuestro bebé. Sin embargo, si se hace con conciencia y precaución, el yoga durante la etapa del pre-parto tiene una gran cantidad de beneficios, tanto en la salud de la madre como en la de su futuro bebé.
Beneficios del yoga durante el embarazo
El yoga se conoce como una actividad física de bajo impacto, y en la cual se puede controlar su intensidad de forma consciente durante toda la práctica. Este es uno de los principales motivos por los que la práctica de yoga suave no debería tener ninguna consecuencia negativa en la salud de la mujer embarazada.
El yoga ayuda a reducir el estrés y puede contribuir a reducir los síntomas depresivos durante el embarazo, especialmente si este se acompaña con posturas de meditación y relajación profunda.
Además, este aumenta la función inmunológica y prepara para el parto, disminuyendo las posibilidades de tener que realizar cesárea.
Entre otros muchos beneficios, la práctica de yoga durante el embarazo contribuye a la reducción e incluso inhibe los dolores de espalda, al mejorar la postura corporal; ayuda a dormir mejor, reduciendo las sensaciones de fatiga y estrés; y genera una conexión más fuerte con tu bebé, gracias a la práctica de la respiración que te conecta directamente con tu propio cuerpo.
Limitaciones de la práctica de yoga durante el embarazo
Sin embargo, hay algunas precauciones que deberás tomar si quieres seguir o bien iniciarte en la práctica del yoga durante tu embarazo.
En primer lugar, informa a tu instructor de yoga de tu embarazo, él o ella te orientará y te dirá qué variación de cada postura debes realizar en cada momento.
Además, deberías evitar los estilos de yoga que requieran demasiado esfuerzo, tales como el ashtanga yoga. Existen clases de yoga específicamente dirigidas para mujeres embarazadas. Si no, se recomienda decantarse por el hatha yoga, un estilo mucho más suave y lento, apto para embarazadas.
Cada postura debe ser realizada lentamente y sin forzar. Si sientes que no puedes respirar bien o que te tiembla demasiado el cuerpo, es recomendable que salgas de la postura inmediatamente.
En definitiva, la práctica del yoga puede ser muy beneficiosa para tu salud, así como para la de tu futuro bebé. No obstante, debes practicarlo con conciencia y amor, sin forzar e informando siempre a tu profesor de yoga sobre tu embarazo.