Con la práctica del Pilates (generamos un escenario durante la sesión donde nos centramos profundamente en la respiración). Durante la sesión pasamos por respiraciones rítmicas, arrítmicas, amplias, cortas, profundas y dirigidas a diferentes partes del cuerpo. Eso nos permite adquirir un grado de conciencia corporal superior, conocimiento de nuestra caja torácica, somos capaces de imaginarnos el aire con diferentes formas, colores y densidades y dirigirlo hacia el suelo pélvico, pulmón derecho, izquierdo, que recorra nuestra columna por un lado y otro etc
Lo que no mucha gente sabe es de la existencia del famoso Plexo Solar al final de nuestro esternón y ultimas costillas. Es bien conocido este plexo como centro del estrés, ansiedad, angustia, etc. Todos hemos experimentado el famoso nudo del estómago cuando sufrimos un cuadro de estrés o ansiedad, pues bien, ese es nuestro plexo solar. ¿Por qué es importante conocer esta parte de nuestra anatomía?, porque cuando hacemos Pilates y nos centramos durante una hora en respiraciones profundas y controladas nuestro músculo diafragma se convierte en un “masajeador” de este plexo solar, el subir y bajar del diafragma acaricia y masajea este núcleo de nervios generando una sensación de bienestar que no obtenemos con la respiración mínima que hacemos sentados frente al ordenador o viendo la tele en el sofá.
Ni que decir tiene que una respiración más profunda oxigena nuestros músculos y cerebro de una forma más eficiente y eso también nos hace sentir mejor y menos estresados. Con el estrés diario nuestra respiración es rápida y superficial y no solemos prestarle atención. Con el Pilates conseguimos respiraciones más profundas, controladas y conscientes con lo cual conseguimos relajarnos. A medida que vamos conociendo los ejercicios podemos tener un control postural que aumenta nuestra confianza y conocimiento en nosotros mismos, esto hace que nos concentremos en los ejercicios que estamos realizando y poco a poco estos salen con una mayor fluidez permitiendo el flujo de energía y la consciencia corporal.
Además como todo ejercicio físico fortalece el corazón, mejora el tono muscular y la fuerza a la vez que flexibiliza, fortalece los huesos y las articulaciones, ayuda a reducir la grasa corporal, aumenta el sistema inmunitario y define los músculos. Esto quiere se traduce en que si te sientes bien contigo mismo/a tu autoestima aumenta, la confianza también, y por supuesto el control de diferentes situaciones reduciendo así el estrés.